Atendiendo al comunicado de las parroquias al que se dio lectura el pasado domingo 27 de octubre, al finalizar la celebración eucarística, y que adjuntamos a la presente, desde la junta directiva de la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno queremos manifestar nuestra tristeza y, en parte, sorpresa, respecto a la reducción significativa del número de misas en la Ermita Nuestra Señora de la Paz (“La Paz”), pasando de tener celebración todos los domingos y fiestas de guardar, a tener solamente una celebración el primer domingo de mes.
Desgranando el citado comunicado, en el mismo se pide a la feligresía comprensión. Comprendemos que son muchos los feligreses que todos los domingos acuden puntualmente a la misa de 10:00h en La Paz, y que ya sea por cercanía o por horario, no pueden acudir a otro templo, y que, aunque haya un sacerdote menos se debe seguir realizando, puesto que la evidente disminución de cristianos en la misa dominical no se produce en La Paz, ya que habitualmente acuden a la misma en torno a 60 personas, incrementándose esta cantidad en el periodo estival asistiendo al menos a 90 personas. Se nos viene a la mente, en este sentido, el Evangelio de San Marcos 16:15: “Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”
Asimismo, el comunicado también pide responsabilidad. Pues bien, desde los años 80, momento en que el Convento de las RRMM Carmelitas Descalzas trasladó su ubicación a la actual, las sucesivas juntas directivas de esta cofradía se han responsabilizado por completo del mantenimiento (obras de reparación y mejora del edificio, limpieza semanal) como de la atención de La Paz (abriendo sus puertas cada viernes, domingo, fiestas de guardar, así como para cada una de las bodas celebradas). Todas estas tareas la hacemos por vocación para el bien de todos: hermanos de la cofradía y de los feligreses, cumpliendo con las premisas de un buen cristiano.
Como bien dice el comunicado haciendo alusión al Año Jubilar, son dos las claves de este: el camino y la esperanza. Camino que se hace con fe (la que demuestran todos los feligreses que acuden cada domingo a La Paz), con disponibilidad (la de todas las personas implicadas en la apertura de la ermita) y con perseverancia (en la de mantener el templo en perfecto estado).
Sin perjuicio de todo lo anterior, también entendemos que la marcha de D. Luis Eduardo ha dejado una realidad pastoral distinta en Daimiel, y que es necesario adaptarse a la misma, pero también entendemos que la vía de suprimir una de las celebraciones a las que más fieles asisten no es la vía idónea. La reorganización de misas no solo debe de afectar a las Ermitas, sino también a las parroquias.
Ante esta situación, rogamos que se estudien pormenorizadamente distintas alternativas de cara a conseguir tanto adaptar el calendario de celebraciones eucarísticas como permitir que el mayor número de personas puedan asistir a las mismas. Igualmente, los fieles que acuden regularmente a La Paz estarían encantados de mantener una reunión constructiva con los sacerdotes de Daimiel, con el fin de buscar una solución alternativa al cierre.
Por otro lado, os informamos de la iniciativa de recogida de firmas para evitar el cierre de nuestro templo que ha surgido entre los feligreses que asisten de manera frecuente a la Eucaristía que se celebra en La Paz.
Para todos aquellos que queráis sumaos a esta iniciativa, tendréis disponibles hojas de recogida de firmas tanto en la Sacristía como en la Casa Museo en sus horarios de apertura.
La Junta Directiva
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