Ya se abrieron las puertas, ya se palpo la emoción, ya enmudeció Daimiel mostrando así su fervor, ya le alumbraron los cirios, ya fue en busca del Salvador, ya salió nuestra madre, ya se abrió aquel portón, ya se apagaron las luces, ya sonó, Virgen del Primer Dolor.

Ya sonó si, apenas hace una semana y todavía retumban entre nosotros aquellas notas que se escuchaban en la Iglesia de Nuestra Señora de la Paz, cuando en la oscuridad mas completa y solo alumbrada por sus cirios, nuestra madre la Virgen del Primer Dolor aparecía radiante en busca de su hijo, el niño perdido.

Ese niño perdido también aun nos emociona, aun parece que seguimos escuchando el crujir de la madera por la Calle Jesús cuando en el silencio mas absoluto sonaba “La Madruga” y “Nuestro Padre Jesús Nazareno” en esa tradición no escrita “mora” del Viernes Santo Daimieleño.

Momentos antes, a las 05:40h. el Calvario iniciaba el recorrido procesional, invitando a todos los pasos a salir, así lo hacia el Niño Jesús, Coronación de Espinas, Jesús ante Pilato, Jesús es ayudado por el Cirineo y Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén por riguroso orden cronológico.

Ya con el primer rayo de luz en Daimiel, la procesión iniciaba su curso y el primer encuentro de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la Virgen del Primer Dolor se producía pocos minutos después, pasada la media hora de la salida del titular, donde entre aplausos y lagrimas los daimieleños un año más, no podían contener la emoción en el entorno de Santa Maria cuando a los sones del Niño Perdido, Jesús caía por primera vez ante su madre, la cual bajo su manto protector, le animaba a seguir camino del calvario. Un manto que estrenaba para la ocasión y que gracias al sol radiante que acompañó en la mañana, pudo lucirse mas si cabe, pues reflejaba un tono verde que, junto con el bordado, hacían que esta verdadera obra de arte resplandeciese al completo.

Ya en las confluencias de C/Molinos con C/Arenas y media hora mas tarde del primer encuentro, era la Verónica la que salía a enjuagar el rostro de Nuestro Padre Jesús Nazareno, siempre corriendo a su encuentro y al de los centenares de personas que esperaban el momento.

Ya la procesión formada continuaba por calles y plazas, estas mas completas de lo normal, pues era verdaderamente emocionante ver como Daimiel era morao durante esas horas, ya que no cabía un alfiler entre las aceras a la espera de nuestra numerosa procesión. Numerosa ya que se cuantifico la cifra de unos dos mil cuatrocientos nazarenos aproximadamente, cifra más que significante si la comparamos con años anteriores, pues todos los hermanos este año estaban dispuestos a procesionar fuera cual fuese la predicción meteorológica.

Sumando los casi cuatrocientos músicos que también participaban del desfile, hacían que casi tres mil personas formaran en conjunto un camino al calvario conmovedor. Siete bandas fueron las que nos acompañaron en esta mañana de Viernes Santo, siendo las siguientes: Banda de CC.TT. La Dolorosa (Madridejos), Banda de CC.TT. Siete Pasos (Herencia), A.M. Santa Elena (San Carlos del Valle), Banda de Música Villaharta (Villarta de San Juan), Banda de Música Edeba (Torrenueva), Banda de Municipal de Música de Daimiel y Banda de Música de Alcázar de San Juan, compartiendo entre ellas un mismo objetivo; acompañar a Nuestro Padre Jesús en las distintas representaciones evangelicas que reflejan nuestra procesión, con una gran calidad musical, por lo que desde estas líneas queremos agradecerles su compromiso y participación en este Viernes Santo.

Mención especial a nuestra magnifica banda municipal de música de Daimiel, la cual nos regalaba marchas como “Nazarenos de Daimiel” estreno para este año 2025, “Mesopotamia” en la Plaza de España o “La Saeta” que sonabra tras escuchar la magnifica voz de nuestro paisano Ricardo Fernández del Moral, el cual dedico una preciosa saeta en la Calle Virgen de las Cruces a Nuestro Padre Jesús Nazareno, siendo uno de los momentos mas emotivos de esta procesión, que estrenaba nuevo recorrido. Gracias por tu fe y dedicación para la cofradía Ricardo, sin duda haces especial todo lo que te propones.

Así continuaba Nuestro Padre Jesús Nazareno camino de la Iglesia de Nuestra Señora de la Paz, marcando un paso lento y magistralmente llevado por sus portadores, los cuales ofrecieron hasta su ultimo aliento para que avanzase cadencioso por su Calle, la Calle JESUS. De igual manera el resto de portadores, mostraban su compromiso y su aprendizaje, este obtenido gracias a los ensayos, consiguiendo así que los tronos se portasen de forma majestuosa e intentando en la medida de lo posible ir lo mejor compensados según altura.

Pasadas las diez y media de la mañana de Viernes Santo, los sones del Niño Perdido volvían a escucharse en todo Daimiel, Nuestro Padre Jesús Nazareno se iba despidiendo lentamente y uno a uno de todos los daimieleños y hermanos moraos que no quisieron perderse su mirada de Esperanza en una nueva mañana soleada, mirada correspondida por parte de todos pidiéndole por que el año que viene, ninguno de los presentes falte a su cita, la cita de TODOS.

Fotografias Principales: Sergio Mazarrón 
Fotografias salida y encuentros: Comunicación Ayuntamiento de Daimiel

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